En un evento corporativo, cada detalle cuenta. El servicio de catering no solo alimenta, sino que comunica,
emociona y refuerza el mensaje del evento. Hoy, el enfoque está en generar experiencias culinarias
memorables, alineadas con los valores y el estilo de cada organización.
Una de las propuestas más llamativas son los coffee breaks temáticos, donde se combinan colores, sabores
y decoraciones que van desde lo empresarial hasta lo lúdico. Un coffee break puede transformarse en una
estación de bienestar con infusiones relajantes, snacks saludables o bocados gourmet.

Las barras de snacks saludables están en auge. Frutas frescas, frutos secos, smoothies y opciones veganas
no solo cuidan la salud de los asistentes, sino que proyectan una imagen de responsabilidad y modernidad.
Otra tendencia son las estaciones interactivas, donde los invitados pueden personalizar sus platos o
bebidas. Esto genera mayor involucramiento y conversación entre los asistentes. Además, fortalece el
componente experiencial del evento.
El packaging también juega un rol protagónico. Las presentaciones individuales con empaques sostenibles,
diseños creativos o mensajes de marca, convierten al box lunch o snack en un canal de comunicación.
En resumen, el catering corporativo ya no se limita a ofrecer alimentos: es parte de la estrategia del evento.
Diseñado con creatividad, puede ser un diferenciador clave que eleve la percepción de la marca y mejore la
experiencia del asistente.